La concepcion de ARNE, el estado Arnista y sus consecuentes

La aproximación al estado, bandera de ARNE

ARNE, creía en la formación integral de la persona por lo mismo, dedicaba sus esfuerzos a la misma en sus tres bases de cuerpo, alma y espíritu, privilegiando el aspecto artístico entre sus miembros.

(Extraído de "Perfil biográfico de Jorge Luna Yepes" de Aurelia Bravomalo de Espinosa, historiadora ecuatoriana) "El concepto básico que guió la acción de ARNE fue, según declaración de principios de su doctrina, "... estructurar el sentido de actividad frente a los vicios nacionales de proyectismo imaginativo y de crítica disolvente ..."

"Para llevar a la práctica sus enunciados, era menester la formación de militantes dispuestos a jugarse se la tranquilidad y la seguridad personal, tarea gigantesca en el medio ecuatoriano tan proclive a la mediocridad y el facilismo. Jorge Luna Yépes hizo de ARNE, para numeroso contingente de jóvenes ecuatorianos, escuela de formación en seria disciplina moral, intelectual y física."

"No buscó acrecentar el número de afiliados sino crear cuadros de hombres de conciencia, activistas dispuestos a luchar con denuedo para transformar la sociedad. El novato que aspiraba a ingresar al Movimiento debía estudiar la historia patria a fondo e interpretarla con discernimiento claro, antes de estudiar el Ideario, discutirlo en profundidad y aceptarlo en ceremonia pública de juramentación El ascenso en la jerarquía se daba por examen de conocimientos y actos de servicio."

"Todo movimiento revolucionario depende críticamente de la disciplina, lealtad doctrinaria, solidaridad interna, moralidad individual y responsabilidad histórica de cada uno de sus miembros y ARNE no fue la excepción: Su estructuración interna fue vertical… ¿Cabía esperar que una organización que reivindicaba para el país el valor del ejercicio pleno de la autoridad legítima, no la practicara en su ámbito interno?".

"El ideario arnista contrastaba no solo con e conservador y el liberal anclados en principios doctrinarios desgatado, sino más dura y radicalmente, con el pensamiento y organizaciones marxistas, que por boca de su dirigente máximo el Doctor Manuel Agustín Aguirre, en el diario La Tierra del 2 de diciembre de 1945, declararon "la guerra a muerte" a ARNE. (Y hubo guerra a muerte) Así tenía que ser: se medían el integralismo que llamaba a la síntesis del trabajo conjunto y la concepción de la transformación social basada en la lucha de clases."

"Así como nuestra doctrina es integralista, esto es que refleja la compleja integralidad del hombre, síntesis de lo terreno y lo trascedente, así nuestra conducta debe reflejar esa integralidad doctrinaria. El arnista debe ser pues íntegro e integral. No cabe arnista que cumpla más o menos con sus deberes en el Movimiento y que fuera de él sea un tahúr, un truhán, un ocioso, un farsante, un mediocre, un canalla. No cabe una arnista frívola. Tarde o temprano ese arnistas o esa arnista demostrarán que solo han sido en apariencia y que su miseria moral, al corroerles, hizo que se derrumbaran aún en lo que aparentaban de arnismo".

"Quienes han emprendido en la tarea gigantesca de rehacer un país semidesecho, desde sus cimientos, tienen que ser íntegros. Si los arnistas no están dotados de una moral austera individual, reciamente varonil en los hombres, intensamente femenina en las mujeres, mal podrán moralizar el país, no tendrán ni siquiera cara para predicar nuestro evangelio". (Circular interna Nº 27 de ARNE)